Si alguna de las partes no cumple con el plazo o la condición establecida en el contrato o promesa, se aplicarán las consecuencias que hayan sido previamente pactadas entre las partes.
En la mayoría de los casos, entra en juego la cláusula penal, que establece una multa o sanción económica por el incumplimiento. Sin embargo, el contrato también puede contemplar otras alternativas, como prórrogas de plazo o incluso la resolución del acuerdo, dependiendo de lo que se haya estipulado.
En términos simples, el efecto dependerá de lo que las partes hayan acordado por escrito, por lo que es importante convenir cuidadosamente las cláusulas del contrato antes de firmarlo.